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Mostrando las entradas de enero, 2024

Ciborg, capitulo 3.

 Analepsis: Óscar yacía inmóvil sobre la cama, su cuerpo ahora una amalgama de carne y maquinaria. Sus sistemas visuales, ahora una miríada de sensores avanzados, capturaban destellos de luz tenue que filtraban a través de las cortinas.   El contacto frío y metálico de las restricciones que lo mantenían anclado a la cama se fundía con la sensación de presión en sus articulaciones biomecánicas. Las pantallas iluminaban la sala con gráficos de datos y códigos en constante cambio, creando una danza luminosa que reflejaba el pulso tecnológico del lugar. El mobiliario metálico y las consolas de control se alineaban en filas precisas, generando un paisaje visual de orden militar. La temperatura era controlada con precisión militar, generando un ambiente fresco y eficiente. Manos mecánicas se hallaban encima de Óscar. Cada retiro de un órgano resonaba con un eco de dolor metálico. La sala se llenaba de una atmósfera claustrofóbica, donde el aire parecía cargar con la electricidad de la angust

Ciborg, capitulo 2.

 Analepsis: Un pequeño, de cabello oscuro y ojos vivaces, estaba vestido con una camiseta amarilla y pantalones cortos. Carecía de ambos antebrazos. El niño se encontraba en una silla de ruedas, tenía, además, paralizadas las piernas. Óscar se encontraba en la vastedad de una oficina corporativa, rodeado por altos muros de cristal que dejaban ver la intensa actividad laboral. El aroma a café recién preparado flotaba en el aire, inundando la estancia con su fragancia acogedora. Las superficies pulidas de los escritorios y las pantallas de las computadoras reflejaban la luz. El suave clic de los teclados proporcionaba un ritmo constante. A un lado de Óscar, su padre, Alberto García, ocupaba una silla de cuero gastado. El hombre, con cabello canoso y arrugas marcadas por el tiempo, emanaba una fragancia familiar de colonia clásica. Las luces cálidas de la lámpara de pie arrojaban destellos. Frente a Óscar, el CEO de la empresa, Manuel Salgado, se encontraba en silencio en un elegante escr

Ciborg, capitulo 1.

 En la fría sala militar, el zumbido constante de la tecnología se mezclaba con el aroma metálico que impregnaba el ambiente. Los pasos resonaban en el suelo pulido mientras los militares, con uniformes rígidos, observaban al ciborg con ojos asombrados. La vista se perdía en las complejas piezas de metal que formaban su reluciente estructura de casi tres metros de altura y más de una tonelada de peso, se trataba del primer cerebro humano que controlaba un cuerpo completamente robótico. A  medida que avanzaba, dejaba a su paso una tenue vibración en el aire. Una voz femenina se escucha en la mente de aquel bio-droide. Voz : Soy Taho, te ayudaré a escapar. Ciborg: (con voz metálica) Eres imaginaria. Voz de Taho: Para demostrar que soy real, haré que se apaguen las luces. Las luces del cuartel se apagan de repente. Ciborg: (sorprendido) ¿Cómo...? Voz de Taho: Yo te guiaré para escapar. confía en mí. Bajo la guía de Taho, el ciborg se lanza a correr, sintiendo la vibración metálica e

Domo, capitulo 3.

 Jameson, con su figura robusta y cabello pelirrojo, se hallaba en la silla metálica, con el casco conectado a su cabeza. En el instante en que Liam concentra su atención, una visión se despliega en su mente como una pintura cósmica. Observa la aparición de un globo terráqueo.  Liam, con el casco aún conectado, enfoca su atención en el punto rojo que destaca sobre la representación holográfica de Rusia. La sala, iluminada por la luz azulada de las pantallas, retiene el eco de sus respiraciones, mezclándose con el constante zumbido de la tecnología circundante. Un círculo en el techo se abre con un suave crujido metálico, dejando filtrar un rayo de luz lunar. La brisa fresca del exterior serpentea a través de la abertura, llevando consigo el aroma a tierra seca y aires de lejanas tierras. Un tubo se eleva desde el suelo, y al subir, Liam experimenta la vibración y el pulso del mecanismo bajo sus manos. Empuñando su poder, Liam carga la esfera de energía en las palmas de sus manos, y el

Domo, capitulo 2.

 Cuando Taho finalmente identifico la amenaza  Una certeza se afianzaba en su mente: la amenaza que se acercaba a la Tierra era algo demasiado familiar, algo vinculado a las maquinarias de su propio hermano, Ramson. La luz fría de la pantalla delineaba el rostro serio de Taho Mientras el murmullo suave de la ciudad resonaba en la lejanía, la mujer rubia y esbelta se sumergía en un análisis profundo de los datos que flotaban ante ella. Microbots, similares pero no iguales a una creación de Ramson, parecían ser la fuente del peligro para él planeta. La información fluía como un río de datos ante sus ojos, revelando la presencia de los microbots hacia puntos específicos de la Tierra. La conexión con la red satelital proporcionaba a Taho una visión detallada de la amenaza mientras su mente estrategica calculaba con total exactitud el curso de acción óptimo. La luz parpadeante de la pantalla mostraba la magnitud del enjambre de microbots que se acercaba, pequeñas partículas tecnológicas qu

Domo, capitulo 1.

 Liam Jameson (un hombre robusto, de estatura media, ojos cafés y cabello pelirrojo) avanza con paso seguro por la animada calle. Mientras camina, sus manos, totalmente lampiñas, sienten la textura variada de las superficies que toca: desde el frío metal de una barandilla hasta la suavidad cálida de un periódico recién impreso. De repente, un sonido estridente corta el aire: el chillido de frenos de un automóvil que se acerca velozmente. Liam siente una corriente de aire cuando el vehículo pasa a su lado, llevándose consigo un aroma a gasolina. En un instante, su visión se enfoca en la niña que corre despreocupadamente, ajena al peligro inminente. En una instante una energía invisible se desata de las manos de Liam, una esfera de energía se materializa al rededor del perímetro del vehículo, atrapandolo por completo y elevándolo unos centímetros sobre el suelo, Con la partida de la niña, la esfera de energía se disuelve en un suspiro inaudible. El silencio envuelve el lugar, interrumpid

Los inolvidables, capitulo 12.

 En un lúgubre cuarto a las afueras de la ciudad. Se encontraba un hombre, de aspecto desaliñado con la barba descuidada y ropas raídas, emanaba un olor rancio que se mezclaba con el hedor a humedad que impregnaba las paredes desconchadas.  El sonido sordo de sus puños impactando contra una indefensa chica de dieciséis años resonaba en la estancia. Cada golpe emitía un crujido audible, mientras sus lamentos y suplicas se entremezclaban con el eco lastimoso de la niña de dos años, cuyos sollozos agudos cortaban el aire con una sensación punzante. Hombre: Eres una malagradecida, ¿no entiendes todo lo que he hecho por ti? Chica: (Con determinación) No tengo nada que agradecerte. Secuestrarme hace siete años no es un acto de bondad. Hombre: (Furioso) ¡Cuidado con tu tono! Puedo ser verdaderamente cruel. (En ese momento, el sonido distante de sirenas de policía comienza a aumentar gradualmente en el fondo.) Hombre: (Nervioso) Bien, escucha. No vuelvas a levantar la voz. Y más te vale no hac

Los inolvidables, capitulo 11.

 La frescura matutina envolvía el paisaje mientras Bishop cavaba con determinación cerca del río. El olor a tierra húmeda se intensificaba con cada palada, liberando una fragancia terrosa que se mezclaba con la brisa ligera que venía del río cercano. El sonido de las aves cantando proporcionaba una banda sonora natural, mientras que las hojas crujían bajo los pies de Bishop, recordándole la presencia del bosque que lo rodeaba. De repente, un destello dorado atrajo la atención de Bishop. Era el brillo del sol reflejándose en algo metálico enterrado. Al agacharse, la vista de las barras de oro reluciendo bajo la luz del día creó un espectáculo cautivador. El destello dorado se expandía a medida que sacaba las barras del suelo, y el sonido metálico de cada una chocando contra la otra resonaba en el aire. Aquel increíble tesoro había sido robado al banco hace veinte años por un delincuente ya ejecutado, nunca se logró localizar la suma. Bishop: (Levanta una barra de oro con ambición en los

Los inolvidables, Capitulo 10

 Bishop: beneficiarnos como?. Taho: Estoy consciente de la complejidad de mi situación actual y de la tuya. Fui diseñada para ser la estratega perfecta, y mi conocimiento puede ser la clave para llevarte a la cima del mundo policiaco. Tengo información clave, tácticas avanzadas, y la habilidad para manipular situaciones a nuestro favor. Solo necesito acceso a la computadora policial. Bishop: (frunciendo el ceño) ¿Y qué obtienes tú a cambio? Taho: (pausando) Necesito recursos para recuperar mi forma física. Mi existencia actual está limitada a esta forma digital, pero con los recursos adecuados, puedo regresar a un cuerpo tangible. Bishop: (cruzando los brazos) ¿Recursos? ¿A qué te refieres exactamente? Taho: Dinero, tecnología avanzada, y la posibilidad de pasar desapercibida mientras realizo mis objetivos. Bishop, con manos cuidadosas, coloca el proyector holográfico en la mesa donde estaba la laptopt policial. Un leve clic metálico resuena mientras la superficie del dispositivo hace

Los inolvidables, capitulo 9.

 En un laboratorio militar de la Unión Soviética, en el año 1980, el aire estaba saturado con el penetrante olor a productos químicos y el tenue zumbido de maquinaria compleja.  El suave murmullo de voces susurrantes se entrelazaba con el ruido constante de la maquinaria. Los científicos discutían en susurros sobre la ética del proyecto, el futuro de la ciencia y las implicaciones de manipular la esencia misma de la vida. Cada palabra, cada discusión, resonaba en el espacio. En el momento crucial del experimento, el laboratorio quedó envuelto en un silencio tenso. La única música que se escuchaba era el latir apresurado de los corazones de los científicos, resonando como tambores distantes en el pasillo de la historia. Los científicos observaban con asombro y aprehensión mientras los úteros artificiales albergaban las creaciones que, en teoría, se convertirían en los seres vivos más inteligentes sobre la faz de la Tierra. El tacto áspero de las sábanas quirúrgicas y las manos hábiles d

Los inolvidables, capitulo 8.

 En una comisaría de policía,  Taylor Bishop, de baja estatura y complexión robusta, se encontraba inmerso en la tarea titánica de organizar la evidencia policiaca, rodeado de enormes cajas que albergaban historias de crímenes y misterios por resolver. Se sumía en su tarea con una angustia palpable que pesaba como un lastre. Después de 15 años de servicio policial, el hecho de encontrarse organizando evidencia parecía un cruel recordatorio de un ascenso que nunca llegaba. Cada expediente que tocaba, cada papel que manipulaba, era una hoja de su historia marcada por el fracaso. El aroma penetrante del café recién preparado flotaba en el aire, mezclándose con el tenue olor a tinta de las carpetas y documentos dispersos. Las partículas de polvo danzaban en el rayo de luz que se filtraba desde la ventana, creando un halo tenue sobre las cajas apiladas. El característico sonido de cierre de las cajas, acompañado ocasionalmente por el crujir de papeles, añadía una cadencia peculiar al entorn

Chihuahuel, capitulo 2.

 En una oficina opulenta con vistas a la imponente ciudad, Ramson, un mega-magnate de porte autoritario, se encuentra con una mujer delgada de baja estatura. La habitación está decorada con lujosos muebles y detalles que reflejan su estatus. Ramson (frunciendo el ceño): Esa criatura que has visto en el Sahara, estoy casi seguro de que es el espécimen que se nos escapó hace veinte años. Debe ser capturado a toda costa. Mujer (levantando una ceja): ¿Qué acciones debemos tomar, señor? Ramson (con decisión): He pagado al líder regional para que me permita enviar hombres capaces de traerlo de vuelta. necesito al sujeto en mis manos. Mujer (mientras toma notas en una elegante libreta): ¿Y si se resiste? Ramson (con frialdad): No importa. Igual tráiganlo.  En la calidez del día siguiente, cuando el sol africano proyecta sombras alargadas sobre la tierra rojiza, el circo en el que Chihuahuel trabajaba despertaba a la vida. La armonía se vio amenazada cuando un grupo de hombres armados, vestido