Ciborg, capitulo 3.

 Analepsis:

Óscar yacía inmóvil sobre la cama, su cuerpo ahora una amalgama de carne y maquinaria. Sus sistemas visuales, ahora una miríada de sensores avanzados, capturaban destellos de luz tenue que filtraban a través de las cortinas. 

 El contacto frío y metálico de las restricciones que lo mantenían anclado a la cama se fundía con la sensación de presión en sus articulaciones biomecánicas. Las pantallas iluminaban la sala con gráficos de datos y códigos en constante cambio, creando una danza luminosa que reflejaba el pulso tecnológico del lugar. El mobiliario metálico y las consolas de control se alineaban en filas precisas, generando un paisaje visual de orden militar.

La temperatura era controlada con precisión militar, generando un ambiente fresco y eficiente. Manos mecánicas se hallaban encima de Óscar. Cada retiro de un órgano resonaba con un eco de dolor metálico. La sala se llenaba de una atmósfera claustrofóbica, donde el aire parecía cargar con la electricidad de la angustia. Cada instrumento quirúrgico, aunque impecablemente diseñado, se convertía en un intruso en el cuerpo del ciborg, provocando respuestas inesperadas en sus sensores.

En el presente:

El sonido característico de las hélices resonaba en los sensores auditivos del ciborg. El helicóptero, una bestia mecánica suspendida en el cielo, desplegaba su presencia. Así, el cordón de metal que caía del helicóptero se convertía en un punto focal. La vista del entorno se transformó a medida que Óscar ascendía. Los detalles de la ribera del río se volvían más nítidos, revelando la textura de la roca y la vegetación cercana.

Óscar, tras una ardua escalada, alcanzó finalmente el helicóptero suspendido en el aire. Desde la altura del helicóptero, la vista panorámica se extendía ante Óscar. La vastedad del paisaje urbano y natural se revelaba en toda su amplitud. Los colores del atardecer pintaban el cielo con tonos cálidos. Dentro del helicóptero, Óscar dirigía su atención hacia Taho, la figura esbelta y rubia que le aguardaba en el interior. 

Óscar: Taho, ¿cómo es que puedes comunicarte conmigo?

Taho: Utilizo nanobots en tu sistema. Pueden recibir ondas de radio que tu cerebro interpreta como comunicación.

Óscar: ¿Cómo sabes tanto sobre mi funcionamiento?

Taho: He hackeado las computadoras militares. Tengo acceso a información detallada sobre ti.

Óscar:  ¿Por qué decidiste ayudarme?

Taho: Fue por petición de un amigo. Taylor Bishop me pidió que velara por ti.

Óscar: ¿Taylor? ¿Cómo sabe él de mí?

Taho: Taylor y yo tenemos conexiones en lugares interesantes. Pero ahora, centrémonos en tu situación.

Óscar: (serio) ¿Y mi padre? ¿Qué pasó con él?

Taho: (pausa) Por lo que sé, el Sr. García está muerto.

Óscar: (impactado) ¿Muerto? ¿Cómo...?

Taho: (serena) Lo siento, Óscar. Pero ahora necesitas concentrarte en seguir adelante. Hay mucho por hacer.