Juan, el rey del patio, capitulo 1.

 En el interior de un laboratorio, la tenue luz fluorescente iluminaba una pequeña mesa de acero inoxidable. Sobre ella, yacía un pato inusualmente tranquilo, con su cerebro expuesto meticulosamente. A su lado, un hombre con una bata blanca ajustada y guantes de látex manipulaba una jeringa, inyectando con precisión un líquido translúcido directamente en el cerebro del animal.

El pato permanecía inmóvil, sus plumas eran suavemente acariciadas por la brisa artificial generada por la ventilación del laboratorio. El hombre inclinaba su cabeza concentrado, sus ojos detrás de las gafas de protección brillaban con intensidad mientras observaba cada movimiento de la jeringa. 

Horas después: 

el pato yacía, con coseduras en la cabeza, en un estado de letargo en el interior de un jardín de ensueño, rodeado por paredes de vidrio que se alzaban hasta chocar con un techo de metal.

El jardín se extendía a lo largo de una enorme longitud, con una exuberante vegetación que crecía en cada rincón. El aroma fresco de las flores y la hierba recién cortada llenaba el aire, mezclado con el suave susurro de las hojas movidas por una brisa suave que se filtraba a través de las aberturas en el techo de vidrio.


Las luces artificiales estratégicamente colocadas iluminaban cada detalle del jardín. Los colores vibrantes de las flores y el verde intenso de las hojas parecían cobrar vida bajo el resplandor artificial. El suelo bajo el pato estaba cubierto de una suave alfombra de césped a lo largo de la cual se podían observar arbustos árboles de tamaño mediano. 

Con un suspiro entrecortado, el pato comenzó a despertar, sus párpados pesados se alzaron lentamente para revelar unos ojos empañados por la confusión y el dolor. Un gemido ahogado escapó de su pico mientras se esforzaba por levantarse, su cuerpo protestaba con cada movimiento torpe y doloroso. 

El pato se alzó con determinación, su cuerpo tembloroso luchaba por encontrar su equilibrio. Con pasos tambaleantes pero decididos, el pato comenzó a moverse, explorando su entorno con una curiosidad que desafiaba las expectativas de su especie. Sus ojos brillaban con un destello de asombro y fascinación mientras observaba cada rincón del jardín con una atención meticulosa.

En medio de este paisaje de asombro y exploración, el pato se movía con gracia y elegancia, desafiando las expectativas y demostrando que la verdadera esencia del ser se encuentra en la búsqueda constante de conocimiento y comprensión.

Después de horas de caminar con determinación a través del exuberante jardín, el pato se detuvo frente al espejo, su reflejo distorsionado lo miraba con una expresión que parecía trascender la mera curiosidad. Sus ojos, brillantes y atentos, reflejaban una chispa de autoconciencia, como si comprendiera profundamente la importancia del momento que estaba viviendo.

En otro lugar:

Dos científicos se encontraban sentados en el laboratorio, cada uno ocupando su propia silla de respaldo ergonómico que estaba junto a la de su compañero. Ambos tenían rasgos europeos distintivos, con tez pálida y ojos claros que reflejaban una mezcla de determinación y curiosidad.


El primero, el Dr. Henrik Müller, era un hombre de mediana edad con cabello rubio cuidadosamente peinado hacia atrás y una barba recortada con precisión. Sus ojos azules brillaban con inteligencia.

El segundo científico, la Dra. Anna Schmidt, era una mujer joven con cabello castaño oscuro recogido en un elegante moño. Sus ojos verdes centelleaban.

En medio de este entorno de trabajo frenético, el Dr. Müller y la Dra. Schmidt se centraban en dirigir el proyecto de las Industrias Ramson para el incremento del intelecto animal. Con cada descubrimiento y avance, estaban un paso más cerca de lograr su objetivo de transformar la forma en que los animales interactuaban con el mundo que los rodeaba.

Ana y Henrik estaban absortos en la pantalla holográfica frente a ellos, observando con atención al pato que intentaba comprender su reflejo en el espejo. 

En la pantalla, el pato examinaba su reflejo con una curiosidad palpable, moviendo la cabeza de un lado a otro mientras intentaba comprender la imagen que tenía frente a él. Sus ojos, brillantes y alerta, reflejaban una mezcla de sorpresa y asombro mientras intentaba procesar lo que veía.

Henrik: ¡Ana, lo estamos logrando! El proyecto está funcionando, ¡mira cómo Juan-t-pato está reaccionando frente al espejo!


Ana: (Levanta su grabadora y sonríe emocionada) ¡Es increíble, Henrik! Voy a registrar este momento en la bitácora. Juan-t-pato está mostrando sus primeros indicios de progreso.


Henrik: (Asiente con entusiasmo) Sí, definitivamente es un avance significativo. Sus reacciones ante su reflejo son prometedoras. Creo que estamos en el camino correcto para lograr nuestro objetivo.


Ana: (Hace una pausa para tomar notas en su bitácora) Este es un hito importante en nuestro trabajo. El comportamiento observado en Juan-t-pato podría tener implicaciones enormes para el proyecto y para el campo de la neurociencia animal en general.

Comentarios

Entradas más populares de este blog

Ramsung galactic, capitulo 1.

La hermandad de la piedra, capitulo 4.

La hermandad de la piedra, el final.